Llego a Amman desde
la futurista isla de Bahrein y nada más aterrizar las primeras gotas de lluvia
riegan mis pocos pelos, convirtiéndose en un augurio de lo que va a ser el
tiempo en este nuevo destino.
Se nota que ya no estoy en el tercer mundo ya que lujosas
viviendas, McDonalds, Buger kings, centros comerciales, luces de neón… flanquean la autopista que conecta el
aeropuerto con el Sydney hotel donde un personal muy acogedor me da la
bienvenida y me hacen sentir como en casa.
El tiempo en vez de
mejorar va empeorando cada vez más hasta el punto de diluviar e impedirme disfrutar como es debido de las increíbles
ruinas romanas que alberga la capital Jordana. Paso unos días en Amman a la
espera de que asome el Sol, pero debo conformarme con el cese de la lluvia durante unos días en los
que aprovecho para salir con la bicicleta en dirección sur en busca de la
ciudad perdida de Petra.
Las primeras
jornadas me llevan por carreteras con un tráfico que nada tiene que ver con los
días de bicicleta africanos, aquí hay un volumen de vehículos digno de
cualquier país europeo y me dejo caer con mi castigada Orbea por la ciudad
de Madaba, con sus antiguos mosaicos entre
los que destaca el mapa de Jerusalén en la iglesia ortodoxa de San Jorge. También
paso por el Monte Nebo donde según dicen murió Moisés, y desde donde se divisa
el mar muerto e incluso en días claros puedes llegar a ver la tres veces santa
ciudad de Jerusalén a tan solo 46Km. En
las montañas hace un frío muy intenso pero en cuanto bajo al mar Muerto se nota
como los grados van en aumento, y es que estoy en el punto más bajo del
planeta, este curioso mar sin vida acuática debido a una gran concentración de
sal, culpable de que la gente no se pueda
hundir en sus aguas, está a unos 400 metros por debajo del nivel del mar.
Voy conduciendo por
lo que se conoce como la “King´s highway”, una carretera escénica que cruza
unos preciosos paisajes desérticos con unos importantes desniveles que ponen a
prueba las piernas del viejo rockero que escribe estas líneas. Después de dos
días de pedaleo voy a parar a un rincón
de Jordania a orillas del Mar muerto donde tan solo hay resorts de lujo con
habitaciones no por menos de 120€!!! (-África, como te añoro…), me desvío en
busca de algo más asequible para mi bolsillo y acabo en una especie de
apartamento turístico por 40€, lo cual para mí es una auténtica fortuna, pero
no me queda más opción ya que este no es un país en el que pueda plantar la
tienda de campaña en cualquier sitio como en África para pasar la noche, aquí
todo está excesivamente civilizado por
lo que acabo aceptando. No he terminado
de desmontar la mochila cuando llaman a la puerta del hotel y un chico egipcio
que trabaja en recepción, me pide la bicicleta para ir a buscar unas cosas al
supermercado del pueblo, le digo que tenga cuidado de que no se la vayan a
robar, pero que no hay problema y se la
dejo… horas más tarde bajo al salón de hotel y veo al muchacho que se acerca hacia mí con
cara sospechosa, me da la mano y observo que las tiene pringadas de grasa, le
miro fijamente y empieza a llorar!!! Hace pucheros como un niño pequeño!!!, me
empieza a hablar en árabe y yo no entiendo absolutamente nada pero me lo imagino
absolutamente todo, le digo que me diga qué coño pasa… le suelto la mano y me
voy corriendo a mirar la bici y cuando me fijo, el muy capullo había partido el
cambio trasero!!!!! No entiendo todavía a día de hoy como pudo partirlo en dos
partes… me invade la ira y le suelto un puñetazo a la puerta metálica del almacén donde guardo la bici dejando mis
nudillos grabados en su superficie y un sonoro “Me cago en la P…a madre que te
pario” alerta al dueño del hotel que viene corriendo a ver qué está pasando. Cuando
este entiende la situación casi mata al pobre “capullín” y es entonces cuando se me ablanda el corazón y trato de poner paz
ya que le está pegando una bronca descomunal… Se comprometen a arreglarme la
bicicleta en Amman y me veo obligado a perder un día en tan horrible lugar. Al
día siguiente se van a Amman con mi bici en el maletero de un viejo BMW y a
media tarde me devuelven la bicicleta con un cambio de piñones sin marca “made
in China” y tan mal colocado que de los 9 piñones que tiene la bici tan solo
puedo usar 6, pero bueno cuando llegue a Estambul ya le haré una puesta a punto
a la pobre bici. Lo peor es que el muy miserable va y me cobra la noche extra
que he tenido que pasar en tan asqueroso lugar por su culpa, aunque mi venganza
me tomé destrozándole el sofá de la maldita habitación, llevo conmigo un
machete tipo “Rambo” que pensé que no iba a usar nunca y mira por donde….
Pedaleo dos días más
y llego como puedo hasta el remoto pueblo de Al Karak donde las empinadas carreteras y la
imposibilidad de poder usas los piñones grandes me destrozan los cuádriceps. En
Al-Karak hace más frio que en el congelador de una nevera recién estrenada y de
echo al día siguiente de llegar cae una nevada que deja todas las calles
blancas, mostrando la cara más dura y cruda del invierno en estas altas tierras,
transformadas en una bella estampa muy poco habitual en un país
como Jordania, pero que me impide continuar con la bicicleta ya que están todas
las carreteras cortadas. Me quedo incomunicado en un pequeño y aburrido pueblo montañés durante tres días con temperaturas
de hasta -8ºC, paso el tiempo en una fría habitación donde el buen hombre que
regenta el hotel y que vive no muy lejos del lugar me trae algo de comida de
vez en cuando, me siento como los secuestrados de las películas, le tengo dicho
que en cuanto se entere de que las carreteras abren me avise pero pasan los días y nada, hasta que por fin
al cuarto día de reclusión y estando al borde del suicidio por agobio, me avisa
de que han abierto la autopista y que conoce a alguien que tiene una furgoneta que me podría llevar hasta Petra!!!, le digo
que en cinco minutos salimos y así es, pero a unos escasos diez kilómetros de
Al-Karak nos vuelve a caer otra nevada que nos deja atrapados en medio de la
nada en una furgoneta Hyundai sin ventanilla lateral y con un plástico
enganchado con cinta adhesiva que no impide que un gélido aire se cuele y
empiece a cambiar el color de mis manos hacia un morado intenso… Me veo con una
pala sacando nieve de un camino con las piernas hundidas hasta las rodillas y
empujando la maldita furgoneta hasta que finalmente conseguimos movernos y cambiar
a otra carretera y es entonces cuando decido que me vuelvo a Amman, por lo
menos es la capital y en el hotel donde me alojo hay algo más de “diversión”.
La capital está
completamente blanca como si de Groenlandia se tratase y tres días más tarde
parece ser que por fin han abierto las carreteras y es viable bajar hasta
Petra, lo malo es que ya no tengo tiempo de hacerlo en bicicleta por lo que
busco un Bus que me acerque hasta la antigua ciudad nabatea.
Son las 6 de la
mañana y un grupo de turistas nos metemos en el autocar de la compañía Jett
buses con la intención de viajar
tranquilamente hasta Petra, pero antes de salir de Amman, una placa de hielo en
la calle hace perder el control al autocar y acabamos estampándonos con un todoterreno que estaba aparcado en la calle!!!.
Bajamos del autocar y me pego un guarrazo con el hielo que tatúa mi culo con un
morado de un tamaño considerable y veo como todo el mundo está deseando reírse de mí pero nadie se atreve por
educación, hasta que yo mismo desde el suelo me empiezo a reír de mí mismo
contagiando la risa a todos los demás y nunca mejor dicho “rompiendo el hielo”.
Volvemos hasta la oficina de autobuses y un grupo de gente decidimos viajar
hasta Aqaba en la otra punta del país y desde allí ver que opciones tenemos. Nos
juntamos tres sudafricanos, una pareja de suizos y yo mismo y una vez en Aqaba
nos separamos en dos grupos, Johana e
Ibo, los suizos, y yo nos vamos al Wadi Rum, uno de los desiertos más
impresionantes de este planeta donde la combinación de arena con altas montañas
de roca moldeada por la erosión del viento y los diferentes colores con los que
el Sol tiñe a esta tierra hacen del desierto de Lawrence de arabia un sitio
mágico e único capaz de hacerte olvidar todas las calamidades sufridas hasta el
momento… La pareja de suizos y yo somos los únicos turistas que hay en estos
momentos en el desierto y eso le da un toque mágico a la situación, nos
alojamos en un campamento beduino arropado con cinco mantas y bajo una luna
llena envuelta por millones de estrellas
en un cielo limpio y puro como pocos.
Visitamos los mejores rincones de este maravilloso lugar y decidimos
viajar juntos para compartir gastos hasta Petra, una de las siete maravillas
del mundo y la verdad es que no me extraña que esté en ese distinguido grupo ya
que la antigua ciudad perdida de los nabateos, hoy día hogar de beduinos, con
su tortuoso Siq; impresionante garganta estrecha y profunda de 1200 metros de
longitud que desemboca en “El tesoro”, esa antigua tumba nabatea que tanto se
ha fotografiado y que incluso en su día deslumbró al mismísimo Indiana Jones (Que grande!!!!) no
son más que la entrada a una maravillosa ciudad incrustada en la roca que
culmina con el impresionante monasterio al que se accede tras escalar más de
800 escalones, y es que este lugar lleno
de rincones y detalles es una auténtica obra de arte del ingenio del ser
humano.
Me despido de Ibo y
Johana con quienes hemos compartido muy buenos momentos y me voy a pasar mis
últimos días en Jordania a Aqaba, curiosa ciudad a orillas de la Mar Rojo
fronteriza con Israel, Arabia Saudí y Egipto. Es una ciudad franca libre de
impuestos donde abundan los comercios de electrónica y licorerías
convirtiéndose en una especie de Andorra del medio oriente.
Han sido unos días fríos y duros, donde me he encontrado por
primera vez en este viaje a gente estúpida de verdad pero también a gente
maravillosa como Ahmed y Dia del Sydney hotel (www.booking.com/Sydney-Hotel
)donde me han tratado de maravilla y desde aquí
lo recomiendo a todo aquel que se quiera pasar por la capital jordana.
Pero rincones como el Wadi Rum y especialmente Petra justifican desplazarse
hasta este rincón del mundo por muy remoto que esté.
Las condiciones climáticas han sido tan adversas que me
hacen replantear el viaje y en vez de enfrentarme a la ruta de la seda en
invierno donde en algunos puntos de Asia Central están a -20ºC,
me voy a ir al extremo oriente donde se goza de
un agradable clima tropical durante todo el año y me iré adentrando en
la ruta de la seda en primavera cuando el clima es más benévolo.
Maravillosa salida del Siq en Petra.
Madre mia no veas la de cosas que te pasan....q aventura estas viviendo...ya llegaras entero?...cuidate un abrazo.
ResponderEliminarGrande, grande!!!!
ResponderEliminarHola, te sigo desde hace tiempo, pero te había escrito hasta hora. La bicicleta, es como la novia, no se la prestes a nadie, he, he, he... Menudas aventuras, me gusta en el lenguaje, que escribes, eres un crack...
ResponderEliminarPasa muy Felices Navidades y Feliz 2014, estoy seguro que va a continuar la aventura, sin averías, sin enfermedades, sin problemas y conociendo nuevos lugares y nuevas amistades.
Cuidate y Disfruta!!!
voy a procurar no escribirte en arameo por que tu sabes lo que pasa.......no te va ha faltar nada que vivir ten mucho cuidado y sobre todo con tu trasero,,,,,,, cuídate mucho besos mua mua mua
ResponderEliminarDemasiados días sin tener noricias tuyas, nos tenías preocupados.
ResponderEliminarYa nos contarás que tal la Navidad por esas tierras. Felices Fiestas y que siga la aventura....en el 2014.
Las aventuras si no ocurre nada no son tan descriptivas además tu como buen superviviente sabes lidiar con la adversidad ,, todo lo que cuentas fascina las fotos de una belleza infinita, por eso ahora tienes unos días de regalo de felicidad de abrazos llénate de la energía que vas a recibir y luego sigue pedaleando para compartir con los que desde aquí recibimos tus vivencias ,, de nuevo mas abrazos y cuídate.
ResponderEliminarNo sé con cuál de tus dos ilustres comentarios quedarme... ¡¡si con el de "Beduin Blues" o con el de "Lawrence de las Colomeras"!!
ResponderEliminar¡¡Cómo me he reído con tus contratiempos!! Lo siento, sé que en el momento no te hizo ninguna gracia vivirlos, pero leerlos desde mi casita, calentita y abrigada es muuuy divertido...¡jajaja!
¡Felices Fiestas, precioso! ¡Por un 2014 repleto de aventuras y de vida!
Hey Nen! Me enteré hace poco de tu viaje. envidia sana, mucha suerte!!! Saludos desde Gava!!
ResponderEliminarPor cierto soy Agus.
ResponderEliminarBon Nadal.
ResponderEliminarFELIZ CUMPLE
ResponderEliminarde Jose y Xavi
Pd cuidado con las manis
Feliz Cumpleaños hermano! Besos y abrazos de todos.
ResponderEliminarNo veas Oscar, veo que este mes de diciembre no te esta yendo muy bien, espero que ahora que has variado la ruta te vaya mejor, seguro que si, y si lo miras un poco no esta demás que estos días los pases un poco mas tranquilo, tendras que celebrar aunque sea tu solo la navidad, metete una comida caliente y te tomas un buen pelotazo o unas copitas de cava jeje, arregla bien esa cambio y que no se te ocurra volver a dejar la bici nunca mas, piensa que es tu único compañero de viajes y transporte, sin ella estas perdido.
ResponderEliminarTe deseo que lo pases lo mejor que puedas en estos días y la entrada al 2014 te sea de lo mas lindo.
Un beso y un gran abrazo, y sobre todo no pierdas las fuerzas y la cordura, en esos momentos difíciles tienes que pensar en todos nosotros, en tu familia tus amigos y tus admiradores, que te seguimos y nos preocupamos por ti.
Feliz Año compañero!!!
ResponderEliminarNo miro mucho el facebook y por eso no sabía que habías publicado estas dos últimas entregas (La de Estambul y esta).
Veo que ha sido duro lo de Jordania, pero bien que todo haya salido bien. Es un país espectacular y la mayoría de su gente es encantadora. Intuyo que con el frío no pudiste sumergirte en las aguas del mar rojo..., un espectáculo que te aguarda para la siguiente vez.
Me parece fenomenal tu idea de cambiar el sentido del viaje, lo único es que nosotros visitamos la Capadoccia nevada y fue una pasada. Eso si, no íbamos con bici.
Un fuerte y caluroso abrazo amigo!
Ricardo